Nuestra alacena es un lugar muy pequeño y de extrañas proporciones y el reto es que no sólo la utilizo para almacenar comida sino también todos mis refractarios y recipientes plásticos.
Lo primero que hice fue vaciarla para poderla limpiar e idear la manera de organizarla para aprovechar mejor ese espacio tan reducido y complicado.
Mientras iba desocupando la alacena trataba de ir organizando lo que estaba dentro de ella para poder darme una idea de como iba a ingresar todo nuevamente. Las categorías fueron refractarios y cajas plásticas, latas, sopas, cosas en bolsas y cosas ya almacenadas en recipientes de vidrio.
Posteriormente limpie las superficies de la alacena con un trapo húmedo.
Le puse un papel de contacto que ya tenía a la mano porque como se podrán dar cuenta la superficie no se miraba muy agradable a los ojos.
Después de agregar el papel, ahora si a ingresar todo nuevamente; para ahorrar espacio los refractarios y envases chicos los puse dentro de los más grandes, junto con sus tapas y hace una semana había comprado unos recipientes de plástico para usarlos en el baño pero como no me funcionaron sabía que ya tenía los contenedores perfectos para acorralar mis pastas y puré de tomate, así como las latas y cosas en bolsas pequeñas, quedando de esta manera.
Mucho mejor a la vista, además más fácil de localizar lo que necesito para preparar ciertos alimentos y aún me quedo espacio disponible en la parte de atrás. Sé que aún podemos sacarle más provecho a este lugar pero por ahora hay que trabajar con lo que se tiene.
Y la lista de pendientes del mes, ya se ve casi completa.
¿Mejoró mucho, no? ¿algo que hayan avanzado este fin de semana? los leo en los comentarios.
Además este post está siendo expuesto en el Círculo Creativo, organizado por Angela, junto con muchísimas ideas más
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